martes, 31 de julio de 2012

El Mito de la Media Naranja

El modelo romántico que culturalmente se impone en nuestras relaciones afectivo-amorosas especifica cuáles son las características que han de sentirse cuando nos encontramos en ese estado que denominamos de “enamoramiento”. El significado de éste es construido e interiorizado en el seno de nuestra cultura, reproducido por los medios de comunicación y legitimado por las instituciones patriarcales. A pesar de la potencia que alcanzan las justificaciones biológicas que naturalizan este aspecto de nuestra cultura, es fácilmente desmontable desde la teoría social y antropológica, que nos demuestra desde la ciencia cómo amar depende del contexto histórico y cultural-social.
¿Qué sentimos cuando nos enamoramos? Damos un paseo por los foros y estas son las respuestas que nos encontramos:

*    Enamorarse como un motivo para vivir, en felicidad y plenitud.

*     Enamorarse como objetivo vital; dependencia emocional; idealización de la otra persona; sensación mágica, de cuento.
  



*    Enamorarse es estar en las nubes


*    Enamorarse como pérdida de identidad


*    Enamorarse como "sentir mariposas en el estómago" y "sentirse una persona completa"
(Yahoo, http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070502101124AA1NUDv)
Estos “síntomas” que describen las participantes del foro se corresponden perfectamente con las características del amor romántico que prima en nuestras sociedades. Pero… si el amor es una construcción social-cultural, ¿de dónde salen estos sentimientos?
Un ejemplo que puede ayudarnos a comprender este hecho es “el mito de la media naranja”. Con sus orígenes en los discursos de Aristófanes en el Banquete de Platón, el mito de la media naranja se presentaba como una respuesta de los dioses para controlar a “los hombres”. Siglos después, continúa con fuerza, adaptándose a los tiempos y utilizando nuevas herramientas para su reproducción, calando en nuestra persona tan naturalmente como el deseo de “los hombres” en el mito de Zeus en busca de su otra mitad.



En la actualidad, pensamos el mito de la media naranja como “la creencia de que elegimos a la pareja que de algún modo “tenemos” predestinada y que, en el fondo, es la única elección posible” (DETECTA, 2011). En definitiva, responde a la falsa creencia de la existencia de “un amor verdadero predestinado”.
¿Qué piensa la juventud sobre esto? Veamos.


(DETECTA, 2011)
Datos como estos confirman la persistencia de este mito y, junto con otros mitos, configuran el modelo de amor romántico, uno de los pilares de la violencia machista.

¡¡CUIDADO!!


¿Del amor romántico a la violencia machista?
La violencia machista en la pareja no responde a actos fortuitos que se producen porque sí; son la progresiva respuesta machista de la interiorización de unas determinadas pautas para resolver un conflicto mediante la violencia; ésta es voluntaria y, en ningún caso, producto de agentes externos.
El amor romántico no es la causa de la violencia machista,  ya que es éste, el machismo, quien mata, agrede, maltrata… Sin embargo, se apoya en unos pilares básicos, entre los que destacamos el amor romántico como su principal.
Cuando identificamos el amor con la exclusividad, la dependencia, la propiedad, la pérdida de identidad, la pérdida de control sobre nuestros actos, la idealización, etc. Y nos topamos con la realidad (las personas no somos perfectas y el amor romántico es caduco), ocurre el desengaño y, en ocasiones, también la violencia. Otras tantas, el amor silencia la violencia contra las mujeres, la justifica y la mantiene. Veamos qué opina la juventud de esto.

(DETECTA, 2011)
Quien bien te quiere te hará llorar. Pues yo no pienso de esa manera.
El cine, la televisión o la música son herramientas muy potentes en la reproducción de los mitos del amor romántico. Cuando además el mensaje esconde la violencia de los simbolismos patriarcales o justifica en nombre del amor cualquier acto de maltrato o violencia estamos ante un altavoz del machismo que, sin duda, perjudica el camino hacia la igualdad entre las personas.
Aquí podemos ver algunos mensajes positivos que contribuyen a la erradicación de los mitos del amor romántico, en contraposición  de la cultura dominante patriarcal.
Poemario NUNCA FUI UNA PRINCESA DISNEY. ISABEL SERRATO

Cuento LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES. NUNILA LÓPEZ SALAMERO Y MYRIAM CAMEROS SIERRA

Videoclip POR SER TÚ MUJER. Canteca de Macao


"Las medias naranjas tendrán solo un medio camino"
Miguel Menassa





3 comentarios:

  1. Muy buena entrada, las personas están acostumbradas a creer en el amor como algo unico y como lo unico que te puede llenar la vida, cuando en realidad no lo es todo...
    Te felicito por tu blog!

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  2. Llamáis amor romántico al modelo de la literatura medieval del libro del buen amor. Siglos del V al XV.
    El Romanticismo es un movimiento literario, político-social y artístico de finales del siglo XVIII, que no tiene absolutamente nada que ver con esta visión obsesiva que tenéis y relatáis en éste blog.
    De hecho, para los románticos, no era el amor un tema tan recurrente, sino más bien el desamor, el sentimiento de lo infinito, la nostalgia, el terror... que llevan a la evocación del sentimiento de lo sublime, el sentimiento más fuerte que el ser humano pueda sentir vinculado a lo terrorífico, lo oscuro.
    El amor romántico no es un amor posesivo, es más un amor libre, el quiero y no puedo, y es así más bello e inspirador porque duele, cuando se queda en la nostalgia.

    Así que, ya que los siglos y la historia pasan para todo, hablemos de mor contemporáneo. Llamemos amor, al amor de personas adultas y cultas. Si es cierto que aún quedan resquicios del pasado machista. Y que el amor adolescente es arrebatador e inculto, donde se pueden encontrar toda clase de absurdos (como cobrarse la venganza y prohibir esta vez las chicas a los chicos salir de fiesta con sus amigos porque los chicos son todos unos cerdos...) debidos a la vaga educación y las hormonas desatadas.

    Vayamos a personas reales, hechas y cultivadas. (Creo que la educación en este sentido tiene mucho que hacer, sobre todo para no malentender el feminismo y no convertirlo en un hembrismo, igualmente injusto para los hombres y sin ningún sentido lógico).

    Quiero dejar claro:

    - Estar enamorado NO es malo, no es tener un carcelero o carcelera que te diga lo que tienes que hacer, que te prohiba, que te censure, que te frene en tus proyectos, no es parte esencial en tu vida ni tu última finalidad y TAMPOCO es algo vergonzoso ni estúpido. Es algo que llega sin que lo busques, ese amigo o esa amiga íntima con la que existe una atracción y ambos sois felices juntos, y no se siente la necesidad de compartir con otras personas una experiencia igual.

    - Obviamente, los problemas que planteáis residen en quienes pretenden encontrarlo a toda costa, lanzándose a los brazos de cualquiera sin plantearse si realmente esa unión será buena o mala para ambos.

    -Soy media naranja, y aun así tengo carne y jugo suficientes para lo que quiera, no tengo porque conformarme con medio limón. No es un motivo para vivir, las personas no estamos incompletas, pero es una experiencia enriquecedora y gratificante siempre y cuando tengamos la cabeza llena para poder discernir entre quien nos aporta y quien nos destruye.

    - Una pareja no te impone sus ideas, te comprende. Una pareja no te ata, te deja libre, y tu desde tu libertad decides estar a su lado porque te gusta y es bueno y no hay otra persona que te haga sentir igual ni tienes interés por buscar más. Una pareja NO es un obstáculo para tu carrera. Cada uno individualmente es dueño de su vida y persigue sus metas, y la otra persona aporta ideas, apoyo y soluciones en momentos de duda que pueden ser productivas para alcanzar los objetivos individuales de cada uno. Es bidireccional. No es necesario, pero un árbol crece más fuerte y rápido cuando alguien lo riega.

    El amor hoy en día entre personas inteligentes no es machista, ni hembrista. por eso, ésta sarta de estupideces escritas en éste blog o divulgadas por la calle en forma de cartel no tienen el menor sentido. Creerse tan superior como para no necesitar a nadie al lado si es sexista. Cultivad vuestras mentes, estudiad, labraos un camino y si os da la gana morid solas.

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